No me canso de descubrir mil y una facetas de mi sexualidad. Desear, fantasear y buscar fetiches me hace sentir viva. Por eso, sigo ampliando mis Filias, Fetiches y Perversiones y aquí recopilo el tomo III.
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Es curioso, porque no son fetiches nuevos como tal, si no que suelen ser cosas que siempre me han excitado, solo que no les he prestado la atención suficiente. Y me encanta cuando los hago conscientes.
- Miel. Jugar con comida siempre ha sido algo que me ha llamado la atención, pero siento que con cualquier comida no me valdría. Me gusta jugar con alimentos fluidos que me ensucien y me dejen pringada. Y la miel cumple perfectamente estas condiciones.
- Escenas. Otro fetiche que inunda mis fantasías es cualquier juego de rol que implique preparar una escena con todos sus detalles: vestimenta, atrezzo... Incluso me gusta pensar ángulos dónde quedaría bien una cámara fotográfica y sacar las mejores fotos de cada escena.
- Disciplina. Este fetiche me vuelve loca y es de mis favoritos desde que tengo consciencia de que me gustan los juegos no convencionales. Sentirme en manos de la persona en la que tengo más confianza es de las cosas que más me excita. Y sentirme en sus manos es hacerlo en todas las facetas posibles imaginables. A veces, cuando estoy a punto de tener un orgasmo, me gusta pensar que mi pareja está controlando mi orgasmo y que solo me corro cuando me dice que lo haga. Lo que no tengo muy claro es cómo de disciplinada sería yo, con lo rebelde que me han parido...
- Strap-on. Otro fetiche que descubrí por puro insight. Me regalaron un arnés con un dildo de tamaño modesto. No era muy funcional porque no se mantenía firme para poder penetrar, aunque eso lo descubrí mucho después. Lo cierto es que, fue colocarme el arnés por encima de la lencería de rejilla y sentí tal excitación que tuve un orgasmo solo colocándolo. Otro día os cuento cómo fue la experiencia de follarle el culo a una chica con él... o la experiencia de dominar a otra con otro arnés...
- Lactancia. Después de leer el libro La mala leche de Henar Álvarez, e ilustrado por Ana Müshell descubrí este fetiche. Me excitan muchísimo las mujeres lactantes. También me excita mucho pensar que yo lo podría ser (a pesar de que tengo muy claro que no quiero criaturas). Así que, a día de hoy, todo lo que tiene que ver con mis pezones lo asocio a esto y me pone muy burra.
¿Te atreves a contarme qué te excita a ti?
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