Tú y sólo Tú
apareciste casualmente en mi retina,
inundándola de la más bella imagen que se me había cruzado.
Intensa, excelsa, simplemente perfecta.
Tú y sólo Tú
me enseñaste el verdadero sentido de la palabra respeto,
de la palabra admiración
y de la palabra deseo.
Porque Tú y sólo Tú
has despertado mi lado más femenino,
pero también el más lujurioso,
dándome poco a poco un trocito de tu piel,
permitiéndome regocijarme en él hasta el siguiente trocito de ti.
Tú y sólo Tú
has mimado cada encuentro,
cada palabra cruzada,
cada momento dejando así
un bonito recuerdo en mi memoria.
Y ahora Tú y sólo Tú
estás entre mis más preciadas ambiciones.
Te ansío, te espero,
aspiro a encontrarnos en el instante exacto
para que nuestras pieles se fundan al unísono.
Así que por favor,
sigue incitándome,
sigue buscándome,
sigue regalándome pedacitos de ti
que alimenten este instinto tan insaciable que contigo tengo
y muéstrale al resto lo que has hecho conmigo,
Tú y sólo Tú…
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