"Amordazada y atada de manos me encuentro en la azotea de un lujoso hotel.
Después de un largo rato escuchando de fondo a los coches pasar por la calle, escucho una puerta.
Me giro y descubro que por fin una sombra se acerca a mí.
Eres tú, que mientras caminas te vas desabrochando el pantalón.
Justo cuando llegas a mí, me giras, dejándome ante mí la imagen de la gente caminando por la calle y los coches circulando ajenos a lo que pasa en esta azotea.
Me subes el vestido negro de gasa, me sacas el dilatador del culo y me follas como nunca....
Al rato y sin mediar palabra, la sacas, te vistes y te vas..."
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