¿Contarlo o no contarlo?

Llevo un tiempo con este gran dilema dando vueltas en mi cabeza...  Contar o no contar que soy liberal?

Eterno dilema cuando no se tiene nada que esconder, nada de lo que avergonzarse pero realmente, ¿Es necesario? ¿Serviría de algo?

Y la verdad es que esta, como otras tantas facetas de mi vida, considero que son mías. Mi vida, mi intimidad, mi sexualidad es mía y a nadie más le debe de importar. Que me guste lo que me guste y disfrute como disfrute es mi particular forma de hacerlo y NADIE podrá jamás utilizarlo en mi contra puesto que defiendo lo que soy a capa y espada.

Por ello es que siento que no le debo explicaciones a nadie y que si alguien quiere saber algo de mí, que me pregunte sin más que como digo, tampoco tengo nada que esconder.

Pero por otro lado... está el gusanillo de hablar del ambiente liberal desde la realidad, no desde lo que la gente cree. Pienso que merecemos un lugar igual de lícito que el que cualquier otra forma de relacionarse tiene.

Visibilizando nuestra forma de entender y vivir nuestras relaciones puede hacer que deje verse como un "vicio" o una "perversión" en el sentido más negativo. Somos gente normal, con vidas corrientes, que disfrutamos de las miradas, de los besos, de las caricias... pero con o sin nuestras parejas, en lugares públicos y en lugares privados, en la intimidad de una alcoba o en mitad de un escenario... Qué tienen de malo todas estas particularidades? NADA si se disfrutan y se hacen de manera consensuada, sana y segura. 

Aunque... mantener todo esto en este secretismo le aporta un extra de morbo que quizás desaparezca cuando se hable de ello de forma natural.

Y a pesar de que no es fácil aguantar chorradas de la gente que no entiende más allá de lo que pasa en su ombligo cuando se saca el tema en una conversación banal, por ahora prefiero mantener, dentro de lo que cabe el anonimato.

Sin embargo sí, soy liberal, soy bisexual, disfruto con cosas poco usuales y no me avergüenzo de ello.